lunes, 10 de marzo de 2014

Reseña sobre el Instituto de Estudios Conquenses en el boletín de ALMUD EDICIONES.

LIBROS Y NOMBRES DE
CASTILLA-LA MANCHA
CENTESIMO
QUINCUAGÉSIMOQUINTA
ENTREGA
155 Año V/ 7 de marzo de 2014.

por MARÍA FRAILE, 
Responsable de  Prensa y Comunicación  del IDEC.

Nace en Cuenca, el Instituto de Estudios Conquenses para las Humanidades y el Patrimonio, una excelente iniciativa de desarrollo cultural e investigativo

Un viejo sueño -en palabras de Miguel Romero su ideólogo- se ha hecho realidad, pues después de diez años intentando gestar una institución que pudiera aglutinar las inquietudes y los proyectos de muchos conquenses de dentro y fuera de la provincia, ha podido hacerse realidad gracias a la iniciativa y apoyo de un grupo de inquietos ciudadanos que, aprovechando una efemérides han dado cuerpo a este proyecto ambicioso e ilusionante.

Tal vez, los tiempos que corren no sean los más propicios para iniciar proyectos que necesiten respaldo institucional, no solo moral sino económico, pero si es cierto que es, en estas difíciles circunstancias cuando triunfan las ideas honestas de poner en valor nuestra riqueza cultural, humanística e ilustrada. Por eso, ha nacido esta institución que no pretende otra cosa que programar el desarrollo de Cuenca y su provincia en base a unos ideales donde el Patrimonio conforma su principal eje transversal, generando sinergias entre instituciones, asociaciones y voluntades, en todas y cada una de las manifestaciones del campo de las Humanidades (Historia, Antropología, Artes, Literatura, Música) y del Patrimonio (cultural, arqueológico, arquitectónico, tradicional, costumbrista, gastronómico, etnográfico, etnológico, etc.), sin olvidar las Nuevas Tecnologías o TIC (redes sociales, web, aplicaciones on line)que ahora predeterminan un mapa socio-cultural de una sociedad libre y democrática en constante estado de progreso y superación.

Es, en palabras de autoridades y medios de comunicación, una excelente iniciativa que dará pleno fruto y rendimiento por la necesidad de su puesta en escena en una sociedad necesitada de configurar ideales humanísticos donde el poder ilustrado y liberal remarque contenidos de progreso y futuro comprometido.

Como Institución social sin ánimo de lucro, independiente y libre se crea con el objetivo general de defender y valorar el Patrimonio de Cuenca, pero sobre todo, con una gran vocación provincial, entendiendo que es, en ese marco geográfico, donde más necesaria es la configuración de una labor de coordinación y posicionamiento para aunar esfuerzos e iniciativas que redunden en el beneficio de todos. El desarrollo tangible e intangible de nuestros pueblos es labor prioritaria para conseguir mantener la identidad de los mismos y ahí es donde este Instituto, junto a aquellas numerosas Asociaciones que desde la distancia pretenden mantener esos valiosos propósitos, puede y debe hacer realidad el objetivo de creación.

Registrada como Asociación sin ánimo de lucro, consensuada en sus Estatutos de creación, definidas las líneas de actuación y asociacionismo como condiciones de peso para ejecutar sus fines, canalizados los sistema de comunicación en web, blog y sistemas de comunicación directa, el Instituto de Estudios Conquenses ha iniciado su exitosa andadura, una vez presentada a los medios sociales con rotundo éxito de acogida y refrendo.

Su Junta Directiva en esta primera etapa de funcionamiento, formada por un grupo heterogéneo de agentes sociales donde las diferentes profesiones, cualificaciones y líneas personales conforman una línea de trabajo pluridireccional enriquecen todavía más las posibilidades de éxito en la puesta de largo de la entidad recién creada. Dos arqueólogos, un medievalista de recreación, tres historiadores y un grupo de refutados expertos en Arte, Fotografía, Marketing, Diseño y adaptación virtual, han iniciado un camino que pretende recorrer numerosos espacios, ahora inertes y casi olvidados, dando personalidad a lo que debe de suponer el reconocimiento de nuestros valores patrimoniales y la idea de nuevos ideales en el progreso cultural de una sociedad necesitada de cambio.

Para su inicio, que mejor manera de ofrecer su apuesta en una efemérides importante: “el octavo centenario de la muerte de los reyes Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet”, que en este año 2014 se cumple. En esa línea, un ambicioso Proyecto de actividades se ha configurado para dignificar una línea de trabajo que marque el sello de calidad en lo que debe de suponer el lanzamiento social de este Instituto de Estudios. Conferencias, Exposiciones, Encuentros literarios, Mesas Redondas de puesta en valor, Recreaciones históricas, concursos infantiles, conmemoraciones históricas, Conciertos musicales, escenificaciones teatrales, ediciones, gastronomía y otros eventos van a definir las líneas de trabajo, conveniando con Instituciones públicas, entidades financieras, fundaciones o asociaciones que estén dispuestas a colaborar y ayudar a esta interesantísima puesta en valor de un hecho histórico como eje definitorio de una actividad de desarrollo y progreso cultural. A la vez, un segundo proyecto también quiere iniciar camino: "La Historia de Cuenca en comics". Creemos que se ha empezado bien, sobre todo, con ilusión y ganas de lograr un sentimiento compartido. Ahora falta que los demás, así lo vean.

Por último, hacer valer la singularidad de este nacimiento, pues no en vano, debe de generar sinergias, actuaciones compartidas y servir de canalización para todos los esfuerzos y proyectos individuales que en la provincia y fuera de ella, intentan llevar a cabo organizaciones o personas. Para eso, una Revista Anual intentará servir de foro escrito, el Blog recién creado de foro virtual, las reuniones anuales en verano, un foro de encuentro para agentes conquenses desperdigados por el panorama nacional, las conexiones on line como el camino de futuro y el sentimiento de hacer camino juntos, el eslabón principal. Para eso, todos debemos compartir ideal y caminar en el mismo sentido. Ahora se trabaja en una dirección. Caminar es hacerlo posible. Cuenca lo necesita y debe de conseguirlo.

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sábado, 8 de marzo de 2014





EL FUERO DE CUENCA, DERECHO Y
 REALIDAD SOCIAL.

Raquel Escutia Romero
Universidad Autónoma de Madrid

Seminario La Tierra de Cuenca en Tiempos de Alfonso VIII. UNED de Cuenca.

La profesora Raquel Escutia Romero comenzó su intervención definiendo el carácter de la legislación foral desarrollado en los reinos de Castilla, León y Aragón. Esta es una consecuencia del proceso de repoblador, pues estas cartas jurídicas tenían la misión inicial de ordenar los flujos de los nuevos vecinos, que acudían a las nuevas fundaciones o refundaciones del proceso reconquistador. Este derecho de repoblación no deja de ser una compendió de costumbres tradicionales  colectivas puestas por escrito a partir del S. XI.
En Cuenca se sabe de la existencia de un Fuero en 1185, otorgado por Alfonso VIII. Pero lo que no está claro es que el texto conservado sea el de esta primera concesión. Rafael de Urueña lo definió como el más completo, desarrollado y perfecto de todas las normas forales conservadas en la península. Solo el Fuero de Jaca (concedido por Sancho Ramírez I) y el de Tortosa (concedido por Ramón Berenguer IV) son comparables. El hecho de que algunas poblaciones de mediados del S. XIII solicitasen a la autoridad real que se les otorgase este Fuero de Cuenca, da fe de anterior.
El propio Rafael de Urueña  fechó su redacción entre 1189 y 1190, atribuyendo su redacción al círculo de rey Alfonso. Sin embargo, la crítica posterior ha alegado la falta de clausulas diplomáticas, por lo que difícilmente habría podido ser escrito en la Cancillería real. Por otro lado, la carta está escrita bajo la filosofía del Derecho Común, algo que extiende por toda Europa a partir de la IIª mitad del S. XII. En el reino de Castilla tendríamos que fijarlo a partir de constituirse el Estudio General de Palencia entre 1208 y 1212.  Esto hace que los historiadores del derecho fijen su elaboración más consistente en esta cronología, sin que tengamos indicios para saber que partes corresponden a la época del Alfonso VIII.
El Fuero se compone de 983 rúbricas en latín vulgar. Aparte del prólogo, todo lo demás parece redactado por una sola mano. Sin embargo, desconocemos si se trata de juristas locales o de  un clérigo experto en derecho justinianeo, que conociera las enseñanzas que por entonces se impartían en la Universidad de Bologna.
Por último, la profesora Escutia se centró en el contenido de la norma foral conquense. Esta parte de la concesión de la Tierra de Cuenca y fija sus límites en el valle del Tajo, la frontera con Teruel y las posesiones de la Orden de Santiago. Establece quienes son los vecinos de la ciudad y los habitantes de las aldeas del Alfoz. Es curioso que parte de la igualdad de todos los habitantes del Concejo, aunque distingue entre clérigos, caballeros villanos, pecheros, moros y judíos, a los que reconoce estatus jurídicos particulares que consagran la preminencia de unos y la infracondición de otros. De este modo, al moro se le reduce poco menos que a la categoría de esclavo y se le prohíbe participar en las instituciones. El judío sale mejor parado, se le equipara al cristiano, aunque se le ponen límites en los intereses que cobran a los cristianos. También se le prohíbe ocuparse de la finanzas públicas y, además, se establecían días en que podían usar los baños públicos, para no coincidir con los cristianos.